lunes, 27 de septiembre de 2010

Buscandome

Amanecí con cierta tristeza, no hasta las lágrimas como le corresponde a un hombre pero s´´i con pocas ganas de comenzar mi día y con muchas de quedarme dormido en la cama a acallar mis penas. Yo no tomo, yo duermo.
No sabía la causa de mi tristeza, entonces me di cuenta que es peor de lo que pensaba. A muchas personas les pasa algo terrible y se imponen sentir profunda tristeza y lo publican; no lo hacen porque lo sienten sino porque creen que es lo que deben hacer. No disto mucho de ese tipo de personas, ejemplo claro fue cuendo en una ocasiòn me impuse sentir tristeza hasta las lágrimas cuando murió mi abuela materna ya que la conocía poco cuando de repente murió y no sentía nada, pero vuendo a mi madre tan dolida, tuve solidaridad con ella y lloré lamentando la pérdida de una mujer querida. Luego me sentñi tan vil que me propuse no hacerlo más. No sé si lo eh cumplido hasta el día de hoy ya uqe estoy hablando de más de un decenio de años desde la promesa, pero en todo caso creo ser capaz de darme cuenta de ese sentimiento, la de hipocresía.
Entonces me doy cuenta que no es lo que me pasa en esta ocasiòn, no me ha pasado nada que ocasione mi tristeza, solo me siento triste porque sí y no sé qué lo ocasiona. No me faltaba nada, incluso hasta en el amor estaba bien. Acontecía algo hermoso en mi vida. La chica a la que amaba y creía imposible de lograr, me hacía pensar que también me quiere y que podría ocurrir algo. Ese es un gran hecho, me genera un sentimiento tan grande que debería llenar mi alma y por lo tanto sentir lo contrario a la tristeza. Me extraña que no sea así.

Luego, por la tarde en el trabajo hablé con ella y me encanté con su voz una vez más, siento tanto gozo de ablar con ella. A veces no sé qué decirle y me quedo callado pero esperando que no se vaya. Entonces ella me dijo que ya estaba menos triste por su separación con él y que era gracias a mí, por mi compañía, que pensaba en mí y que no era como un amigo sino como algo más. Quizá era por lo que me dijo que no me animaba a decirle que por el contrario yo estaba triste y que no sabía el porquè, aunque quería que me ayude. Hasta que me di cuenta, en lo que conversaba con ella, de el porqué de mi tristeza y es por eso que empiezo a escribir. Creo que antes era una persona más expresiva y por eso logré que no se fuera y ahora no lo soy. Quiero se rmejor para ella, una persona del cual ella se enorgullezca. Este es el comienzo de una gran aventura. Thalita Kumi!